Eres como una encina afincada en el orgullo.
Bajo tu sombra fragil he dormido mi sueño.
Te amé porque en tus ramas se entibiaba la luna
y en tus frondas jugaban y alteaban los ecos.
En ti, la primavera que fue mi primavera.
¡Cuántas noches en ti prendidas de luceros!
Por que fuiste a mi paso por el viejo camino
acogedora y fresca con tu aroma de viento;
Porque en ti tuve largos mis ojos a la vida
en ti mi corazón se hizo largo al anhelo,
sigues aún, encina, afincada en orgullo,
retadora impasible del olvido y del tiempo
....Isidro Juárez Rangel
No hay comentarios:
Publicar un comentario